Yann Guyader : homenaje de la nación a Hugo Chavez (Venezuela)

El campeón del mundo Francés Yann Guyader sigue contarnos su vida cotidiana en Venezuela. Se mezclan trabajo, entrenamiento y actualidad política caliente…

Trabajo y entrenamiento

El día de ayer comenzó como de costumbre a las 5 de la madrugada, con una mañana de trabajo. Como siempre me canso muy rápidamente de toda esta logística, Y a las 10 me tomo un descanso «deporte»… Extraño pero real, lo que me parecía fastidioso hace poquito, se convirtió en un respiro! Me gusta mucho…

El Ávila

Después de una hora de sufrimiento con 35°C, decidimos con Fabián y su familia de ir a ver El Ávila, una montaña que hace parte de un parque natural nacional que domina la cuidad de Caracas. El clima y la vista son hermosos. Desafortunadamente llegando a la mitad del recogido, la «guardia nacional» no nos permite seguir más lejos. El parque está cerrado por duelo nacional. Decidimos hacer una pausa y disfrutar del panorama.
Volvemos a bajar en la cuidad con idea almorzar. Pero con el duelo nacional, es cuidad muerta, y los restaurantes son todos cerrados, para no arriesgar pagar una multa. Entonces regresamos en dirección de «las Mercedes» para intentar de encontrar algo. Y ya encontramos un «rebelde», abierto.
El tiempo de comer un buen plato italiano mirando la ceremonia religiosa en directo, Me di cuenta que más allá de las diferencias política, Chávez, que sea por o en contra, supo crear el fervor en torno a él. Así que una multitud de jefes de Estado que por lo general no frecuenta, se había reunido por la misma causa. Mucho más allá de las diferencias, el luto era real y sincero.

La máquina a dolor

Después de una tarde bastante relajado en el trabajo, decidí volver a entrenar en una máquina elíptica (como el esquí) que anteriormente me hacía reír cuando veía a las mujeres. QUE malo burlarse porque pensé que iba a morir al cabo de 5 minutos! (Me vi obligado a hacer 45).

Visita de los barrios ricos de Caracas

En la tarde Fabián me quiere hacer descubrir otros aspectos de la ciudad, siempre con una objetividad que aprecio. Salimos con un scooter «Valle Arriba», la zona más exclusiva de Caracas encaramado en una colina en el centro de Caracas. Es de noche y la vista es hermosa. Debo admitir que la atmósfera me parece de mentiras, con tanto tranquilidad, donde  la gente pasea, o se toman una copa en las mesas rodeadas de palmeras, etc. Pocas veces he visto un barrio tan elegante y grandioso como este. Me encanta y yo, literalmente, me enamore de este lugar. Me recuerda algunas partes de Bogotá, pero todavía en más lujoso. Aquí, las desigualdades son aún más pronunciadas.

Homenaje a Chávez

Después de esta pequeña estancia de paz, de regreso a casa decidimos que esta noche será el momento para ir a ver los restos del comandante. A las 9h00, estamos en la ruta rumbo a la universidad militar donde está expuesto al público, el cuerpo de  Chávez. Como de costumbre es a toda que vamos por allá, con la música a romper los tímpanos, Pero es muy bueno. Eso me hace pensar que tengo que hacer el pase Venezolano…
Al llegar a la escuela militar, uno se da cuenta de que a este ritmo no vamos a ver a Chávez de dentro dos días. El ambiente es de nuevo surrealista. Más de 500.000 personas se amontonan esperando para ver los restos del héroe nacional por unos segundos. Gracias a Fabián y su estatuto gastamos menos de una hora para llegar a todos los puntos de control en el último control de la entrada a la sala donde se expone el cuerpo. Después de una hora de espera sin saber por qué, el jefe de los guardaespaldas viene a nosotros para decirnos que tenemos que esperar 4-5 horas por tienen que sacar el cuerpo de Chávez del ataúd para cambiar su ropa y hacerle un retoque: Debido a que murió hace 4 días y no está en una sala refrigerada el cuerpo se deteriora rápidamente.
Creo que tendré tiempo de sobra para disfrutar de este ambiente especial. La gente está ahí por horas, a veces días, y sin embargo, por nada en el mundo se van a ir sin dar un último saludo al comandante. La gente canta «queremos ver a Chávez”.
La infraestructura puesta en un tiempo récor me impresiona. Después de más de  horas de una espera interminable, plantados aquí, llegamos por fin al mausoleo de fortuna. Poco tiempo nos he dado delante los restos mortuorios por fin de agilizar el flujo, pero debo decir, mismo si conozco muy poquito sobre este hombre, el momento está muy cargado de emoción, y muy solemne. Otra vez pienso que vivo unos instantes que poca gente tiene la suerte de vivir. Más que todo, vivo un momento histórico, yo el pequeño Francés en tierra Bolivariana traumatizada por un terremoto político y humano de resonancia mundial.

Son las 5.30am y estoy completamente agotado. Decidimos ir a tomar un desayuno típico. El menú, Arepas rellenas con pollo, queso y aguacate tropical y un buen jugo de melón. Después de eso, es hora de irse a la cama, ya que son las 6:30 am y ya es de día.

 
Otra vez he vivido la historia de este mundo al más cerca…Life is great and i’m such a lucky guy!